La bandera sostenida por enfermeras de cofias blancas salió ayer del Hospital de Niños poco antes de las 10 y recorrió 50 metros hasta la esquina de Ayacucho y Rondeau. Mañana, luego de una vigilia de casi 24 horas en la plaza Independencia, los autoconvocados intentarán participar del izamiento protocolar de la bandera a las 9. De bandera en bandera, el conflicto entre los trabajadores autoconvocados de la salud y el Gobierno se prepara para la llegada de la presidenta, Cristina Fernández.
Hoy a las 12, los trabajadores de la salud saldrán en dos marchas desde el Centro de Salud y del Hospital de Niños para llegar a la plaza Independencia y obtener una ubicación privilegiada en los actos por el 9 de Julio. Habrá un acto con discursos de oradores del movimiento y de la multisectorial. Luego marcharán alrededor de la plaza y realizarán actividades culturales y musicales hasta la noche. Referentes de la oposición y del sindicalismo local ya confirmaron su participación en la vigilia, a lo largo del día.
A las 21 está previsto el inicio de la Fiesta del Independencia que organiza el Gobierno. Los autoconvocados permanecerán en su espacio para cantar el himno a la medianoche y esperarán el amanecer en la plaza. A las 9 del sábado saludarán a la bandera, al mismo tiempo que lo hagan las autoridades oficiales. Los autoconvocados esperan hacerle llegar a la Presidenta un petitorio con los reclamos del sector a través del senador José Cano y de los diputados Juan Casañas y Norah Castaldo. También mediante el senador socialista Rubén Giustiniani, quien llegará a Tucumán.
En los hospitales
Durante la mañana de ayer, las enfermeras del Hospital de Niños salieron a la calle para reclamar mejoras salariales, por mejores condiciones de trabajo y contra el régimen previsional que tienen. "Con 40 años de servicio no me jubilo porque lo que cobraría sería indigno", dijo Cristina Gramajo, enfermera jefe del servicio de clínica general. En su sala, 27 pacientes estables quedaron al cuidado de una enfermera, como en un día de guardia.
Mientras algunas compañeras golpearon tarros de leche en polvo durante la protesta, Julieta Ruiz, una enfermera universitaria que hace cinco años trabaja en el hospital, le planteó a LA GACETA: "lo que más me indigna es el silencio y la indiferencia".
En el resto de los hospitales avanza el recorte de actividades. En el Centro de Salud ya diagramaron guardias para todo el mes. Allí se siguen desocupando camas y cerrando salas, las enfermeras no retiran más los medicamentos de farmacia y los residentes realizan las curaciones. "Es todo un caos. Los pacientes traen sábanas de sus casas, no hay insumos como jeringas o controladores de insulina", cuenta Yanina Lazarte.
En los próximos días, el Hospital de Concepción y la Maternidad podrían sumarse a la medida de fuerza de los enfermeros.